Se llama drogas ilícitas a aquellas que, por su capacidad de adicción y por su finalidad puramente recreativa, no pueden comercializarse por ley. Entre ellas se incluyen a: el peyote, los hongos alucinógenos, éxtasis y otras anfetaminas, LSD, opio, crack, cocaína, heroína, etc.
Dentro de estas se encuentra una subcategoría de sustancias ilegales que son aplicadas con fines médicos a pesar de su potencial uso como drogas de recreación. Entre ellas se encuentra la pseudoefedrina y la efedrina. Anteriormente dichas sustancias se encontraban en medicamentos de venta libre por lo cual en la actualidad muchos países han decidido sacar a estos medicamentos del mercado.
El caso de las drogas licitas es muy especial. Son aquellas sustancias que la ley solo permite con fines puramente terapéuticos, por lo cual se necesita una receta médica que avale la necesidad del medicamento. Además el profesional de la salud debe conocer su uso ya que el riesgo de adicción está siempre presente.
Dentro de esta categoría se encuentran los derivados del opio (morfina, fentanilo, buprenofina,etc.), benzodiacepaminas (diazepam, lorazepam, alprazolam, etc.), neurolépticos (son aquellos que se usan en caso de estados psicóticos, manías y esquizofrenias), gases anestésicos, ciertos antidepresivos, etc.
En el caso de la marihuana, a pesar de considerarse mayormente una droga ilícita, en algunos casos bajo ciertas prescripciones y preparaciones especiales puede usarme como medicamento tradicional controlado. Así mismo en algunos países es factible encontrar soluciones de cocaína para un uso exclusivamente medico ya que esta droga posee propiedades anestésicas locales.
Algunas de las drogas licitas que no tienen regulación son el tabaco y el alcohol.