Mihail Rihtik
Preguntas
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Los médicos evitan el término de “drogadictos recuperados”, y en vez de ello utilizan el término “drogadictos no activos” - o sea, los que no están consumiendo en un momento dado. ¿Acaso una persona nunca podrá perder esta etiqueta en la sociedad moderna? Incluso los médicos narcólogos opinan que sus pacientes siempre serán drogadictos. ¿Cómo podemos enseñar a la sociedad que los ex-drogadictos son unos componentes completos de la sociedad y que se les debe tratar adecuadamente?
Esta pregunta es mejor dirigirla a los galenos. Por cuanto sé, ésa es la misma situación que sufren los alcohólicos. Aquí el principio fundamental es la ética médica. Estoy convencido de que no es tan importante lo que diga la historia clínica del paciente. Lo que importa es cómo este se comporta en la sociedad.
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¿Qué papel le asignaría Usted a la educación paternal y a las relaciones familiares en la prevención de la drogadicción?
¡Esta es la dirección principal! Hay que apoyar a la familia en el tratamiento del drogadicto “descarriado”. Programas estatales de ayuda no al drogadicto, sino a su familia. ¡Cambiar el destinatario de la ayuda!
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En la era del Internet y del crecimiento de sociedades virtuales, ¿cuáles deben ser los medios comunicativos de lucha contra la drogadicción? ¿Cuál cree Usted que sería el medio más efectivo, y como cree que debe actuar el gobierno para poder influir sobre los drogodependientes y llevar a cabo medidas preventivas entre la población sana?
La red es solo un instrumento. Lo importante es no sobreestimar su papel, sino entender, que en diferentes sociedades la función de las comunidades sociales difiere. En Rusia las redes sociales aún tienen poca influencia sobre los procesos político sociales. No veo perspectivas en el uso de métodos informativos de lucha contra la drogadicción. El Estado puede elegir entre dos variantes: la pena más rígida y estricta a cualquier actividad ligada con el tráfico ilegal de drogas (lo que será imposible en un período cercano o medio) ó, la liberalización de los narcóticos ligeros con la creación simultánea de una imagen negativa del consumidor de narcóticos.
El tráfico ilegal de drogas está unido a la crisis de la democracia del mundo actual. Sin cambios radicales en esta esfera no se puede esperar una lucha efectiva contra el tráfico ilegal de drogas. Las democracias actuales no cuentan con recursos para un método eficaz de acción contra la drogadicción. El estado ruso, habiendo negado las garantías sociales a la población (medicina gratuita efectiva y educación) ha quedado sin chances de realizar un programa de profiláctica entre la población sana. La cultura empresarial de nuestros días niega la caridad y el patrocinio. De esta manera los recursos para la organización y realización de medidas profilácticas y de promoción de estilos de vida sana, quedan solo en manos del Estado.
