Concurso Transnacional Antinarcotico por Internet "Maya". Videos, fotos, carteles, dibujos contra la narcomanía y el alcoholismo

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Tatiana Wiesel

Tatiana Wiesel

Tatiana Wiesel

Doctor de las ciencias psicológicas, Rusia

Preguntas

  • Los médicos evitan el término de “drogadictos recuperados”, y en vez de ello utilizan el término “drogadictos no activos” - o sea, los que no están consumiendo en un momento dado. ¿Acaso una persona nunca podrá perder esta etiqueta en la sociedad moderna? Incluso los médicos narcólogos opinan que sus pacientes siempre serán drogadictos. ¿Cómo podemos enseñar a la sociedad que los ex-drogadictos son unos componentes completos de la sociedad y que se les debe tratar adecuadamente?

    Sigo viendo éste problema desde la posición de neuropsicología. Si una persona llega a creer en su propio cerebro, y lo más importante, llega a sentir una verdadera felicidad de poder conseguir algo con la ayuda del razonamiento y sentimiento, caerá en la dependencia de sí mismo, y no de una sustancia venenosa para su cuerpo. Sus motivaciones endógenas, el deseo de conseguir un éxtasis, “irrigación endorfínica” con sus propias fuerzas, son a menudo más fuertes que los remedios obtenidos desde fuera. Los drogadictos deben ser estudiados en búsqueda de sus talantes escondidos (u obvios) y entretenerles con la posibilidad de su realización. Los drogodependientes deben involucrarse en actividades en las cuales ellos tienen capacidades.

    A lo mejor tendría sentido organizar concursos-competiciones a la vida más larga sin drogas, ofreciendo unos considerables premios para los ganadores. De una manera involuntaria la lucha con si mismo llevará al relleno del vacío, hacia la necesidad de encontrar alguna ocupación. 

     La psicología y neuropsicología disponen de instrumentos diagnósticos y terapéuticos potentes, con métodos de sugestión que distraen de caminos artificiales de consecución de unos u otros objetivos. No obstante, su uso se limita a menudo por los problemas económicos.

     Es imprescindible que los correspondientes institutos gubernamentales dispongan de medios económicos para la organización de la enseñanza y demostración del producto obtenido en el proceso de art-terapia, cienci-terapía y otras modalidades suyas. El ser humano debe ver los frutos de su actividad y su evaluación de los demás.

  • ¿Qué papel le asignaría Usted a la educación paternal y a las relaciones familiares en la prevención de la drogadicción?

    No hay lugar a dudas que los conflictos intrafamiliares tienen una horrible influencia sobre la psíquica de los niños y que éstos últimos buscan unos caminos de salida artificiales.  La creciente tendencia de falta de espiritualidad en la sociedad en general no puede dejar sin huella las relaciones hijos-padres. La necesidad de la condición del crecimiento espiritual y del alma nunca desaparecerá. El ser humano los necesita tanto como necesita la comida física. Los niños y adolescentes no se dan cuenta de toda la perdición que supone la búsqueda de ésta comida espiritual con la ayuda de las drogas. Los padres que pillan “in fraganti” a sus hijos toman la posición juzgadora, de susto y de etiquetarles, empeorando la situación. Todos sabemos lo fuertes que pueden ser las reacciones de revelación de los adolescentes y el juicio de los padres puede provocarlos fácilmente. En vez de ello hay que ser mayores, ser un sabio amigo y estrecharles una mano de ayuda. 

  • En la era del Internet y del crecimiento de sociedades virtuales, ¿cuáles deben ser los medios comunicativos de lucha contra la drogadicción? ¿Cuál cree Usted que sería el medio más efectivo, y como cree que debe actuar el gobierno para poder influir sobre los drogodependientes y llevar a cabo medidas preventivas entre la población sana?

    Desde la posición del conocimiento neuropsicológico, creo que para la lucha contra la drogadicción hace falta que en el Internet haya una publicación de conocimientos sobre el cerebro humano más amplia y disponible, sobre los efectos que tienen las drogas y de como uno puede vivir sin ellas utilizando solo los recursos de su propio cerebro. 

     También hace falta la abolición de la creencia popular de que el consumo de drogas es un medio de aumentar el prestigio social de una persona. Este tipo de medios de identificarse con la élite siempre han  existido. No obstante, entre ellos también hay algunos inofensivos, como por ejemplo la ropa o la imagen en general, y hay unos mortalmente peligrosos, como las drogas.

     Solo la creencia en la fuerza del espíritu propio, de la significación propia y del valor de su personalidad para los demás puede ser competente. Es difícil conseguirlo: hace falta una propaganda activa y correcta, y ante todo entretenida que esté en el Internet. Precisamente es allí donde habita la mayor parte de la población de riesgo – los jóvenes.

    El idioma de dicha propaganda tiene una enorme importancia. Tiene que ser estilizado para adecuarse al habla de los jóvenes, tiene que serles familiar. Ello requiere la participación de literarios y psicólogos profesionales en la composición de ediciones informativas (textos, videos, etc.). Las frases tópicas son inútiles. La gente que constituye los grupos de riesgo tiene un determinado tipo psicológico con una acentuación de personalidad histeroide. Ellos tienen la tendencia de reaccionar frente a todo lo que tenga colores, que no sea ordinario. Hace falta armarles con unos antídotos verbales y de otra índole contra el consumo de drogas que tengan la misma fuerza que la atracción por consumir drogas. Los textos, videos y otros medios dirigidos contra la drogadicción deben ser aún más llamativos y convincentes, con un contenido impactante, una edición estética e inversión energética que los que se utilizan para atraer hacia las drogas.


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